
En las empresas ya no cuentan solo los resultados financieros. Para sobrevivir en este mundo cambiante, hay que integrar conceptos sociales, económicos y medioambientales, encontrar nuevas respuestas para perdurar en el tiempo.
Somos parte de un entorno construido entre todos, un mundo con riesgos y oportunidades que no para de evolucionar. La población, el clima, el agua, los ecosistemas, la tecnología… todo cambia y todos somos parte de ese cambio.
Lo que hagamos hoy se verá reflejado mañana. Lo que dejemos de hacer, también. Por eso, gestionar los riesgos es gestionar la sostenibilidad.