Responsabilidad corporativa, un trabajo de todos

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Cuando se piensa en responsabilidad social corporativa comúnmente se relaciona con labores altruistas que simbolizan la gratitud de la empresa hacia la sociedad a la que va dirigida, a través de obras que no necesariamente se ven enfocadas al campo de trabajo de la misma. La responsabilidad social corporativa (RSC) se percibe como un valor agregado a los servicios que ofrecen las compañías, lo que contribuye a que su aceptación sea más favorable.

Dentro de las variables que se involucran en la ejecución de un plan de responsabilidad social corporativa o empresarial se encuentran las inversiones en las que debe incurrir la empresa para incursionar en esta práctica. Según un estudio presentado por la Fundación Pro Bono en República Dominicana que recoge las estadísticas entre 2006 y 2013, revela que durante este periodo de ocho años, las empresas dominicanas invirtieron RD$10,338 millones en acciones relacionadas a su política de RSC, destacando que el sector que más invierte en esta área es el financiero.

Luz Marina Velásquez, gerente de Responsabilidad Corporativa de Grupo SURA, quien dictó recientemente en el país la conferencia magistral “Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad”, describe la responsabilidad social de una forma diferente, enfocando esta labor no solo a un público externo.  Luz Marina comentaba, como las acciones a ejecutarse deben responder a las necesidades de quiénes están directamente involucrados en el desarrollo de la empresa, siempre orientados a los aspectos que mejoran la calidad de vida de la sociedad.

Indicó Velásquez que todas las acciones que realice una empresa son propensas a crear un impacto ambiental, por lo que se hace necesario prestar más atención a las situaciones cotidianas para poder medir el nivel de impacto y plantear alternativas para contrarrestarlo.

El rol de la empresa dentro del desarrollo de una nueva gestión de RSC se apoya en la necesidad de que la empresa conozca la dimensión a la que llega, su nivel de incidencia en los grandes temas de los países, los públicos que moviliza, así como su capacidad de incidir en la opinión pública.

Se considera que la buena implementación de una gestión empresarial se sitúa en su capacidad de poder competir y prosperar en un entorno global que, además, se encuentra en procesos de cambio. Asimismo, vivimos en un mundo donde todo guarda relación, lo que representa en el mercado un tema de riesgos y oportunidades que se deben identificar.

Luz Marina Velásquez  plantea que realizar inversiones millonarias no implica el éxito de una campaña, sino cómo se desarrolle y a quiénes impacta. De igual manera, destaca que lograr un avance que se pueda percibir, no es responsabilidad de uno, más bien es el resultado del trabajo de muchos.

La responsabilidad social no se trata de publicidad para las organizaciones, ni de entregar donaciones, se trata de incorporar prácticas en los negocios que impacten positivamente el entorno, creando así círculos virtuosos de desarrollo que perduren en el tiempo, que sean sostenibles.